Audiencia masiva: este evento atrae una cantidad gigante de audiencias a nivel mundial y ofrece para las marcas una oportunidad única de llegar a una amplia audiencia con campañas publicitarias creativas y memorables.

Creatividad y originalidad: es considerado un catalizador para la creatividad y la originalidad en la publicidad, pues las marcas se esfuerzan por destacar entre la multitud y captar la atención de la audiencia. Esto ha propiciado la creación de anuncios innovadores, divertidos y sorprendentes que se han convertido en parte importante de la cultura popular. Los espectadores esperan con entusiasmo los nuevos anuncios cada año, lo que ha convertido a los comerciales del Super Bowl en un espectáculo en sí mismo.

Marketing digital y las redes sociales: con la evolución del marketing digital y las redes sociales, el Super Bowl ha ampliado su alcance más allá de la transmisión tradicional. Las marcas se impulsan en las plataformas digitales para generar expectativa antes del evento, lanzar adelantos de sus anuncios y fomentar la participación de los espectadores a través de hashtags y concursos en redes sociales. Incluso, en la previa del evento ya se está comentando sobre las marcas y sus anuncios, lo que vuelve este evento en una experiencia interactiva y participativa.

Comerciales de alto presupuesto:  los anuncios que participan en el evento son famosos por sus gastos de producción. Las marcas invierten grandes cantidades para crear comerciales de alta calidad con celebridades, efectos especiales y narrativas que conlleven a la emoción, y, por ende, se convierten en el centro de atención, generando expectativas y conversaciones antes, durante y después del evento.

Impacto duradero: los anuncios del Super Bowl, en muchas ocasiones, dejan una impresión duradera en la mente de los espectadores. Los comerciales más memorables se convierten en temas de conversación y se comparten ampliamente en las redes sociales. Incluso años después, la gente todavía recuerda y habla sobre los anuncios más icónicos del Super Bowl. Esto demuestra el poder y la influencia que este evento tiene en la cultura popular y el mundo del marketing.

La actuación que hizo Rihanna en el Super Bowl LVII dejó recuerdos para la historia, y uno de los más comentados fue ese en el que ella misma retocó su maquillaje en pleno show con su propia marca Fenty Beauty.

Las marcas que participan deben gastarse millones de dólares por unos segundos durante las pausas publicitarias (7 millones de dólares promedio, costó el minuto en el 2023), pero la cantante aprovechó su momento para sacar uno de los productos estrella de su marca de maquillaje, soltando el micrófono durante unos segundos para coger su Invisimatte 2.0, el polvo matificante estrella y uno de los mejores valorados por los clientes, según Sephora en Estados Unidos.

Habrá personas que digan que esta publicidad no le salió gratis, dado que los artistas que participan son los encargados de pagar los gastos de la actuación. Sin embargo, no podemos olvidar que ese mismo año Apple fue el patrocinador oficial, y ellos, en conjunto con la NFL, se hicieron cargo de la actuación de Rihanna, según lo reportó Forbes.

Por lo tanto, el gasto fue mínimo para ella, y ganó mucho más en otras áreas que un anuncio típico no abarca. Pues no solo relanzó su carrera como artista, sino que vendió miles de unidades de polvos matificantes y otros productos de la línea, aumentó su número de seguidores y, por supuesto, las descargas de su música en diferentes plataformas.

El Super Bowl no es solo un evento deportivo o una vitrina para la publicidad; es un fenómeno cultural que trasciende fronteras y que genera impacto en múltiples aspectos de nuestra sociedad. Como vimos con el caso de Rihanna y Fenty Beauty, las oportunidades para la innovación y el éxito no tienen límites en este escenario.

Más allá de los números astronómicos invertidos en publicidad, el Super Bowl representa una plataforma donde la creatividad, la estrategia y la visión pueden convertir momentos fugaces en legados perdurables.

En un mundo cada vez más saturado de mensajes publicitarios, este evento sigue siendo el epicentro donde las marcas pueden forjar conexiones emocionales con el público y dejar una impresión duradera en la mente de millones. El impacto del Super Bowl en la publicidad y el marketing no se puede subestimar, pues su influencia va mucho más allá de los límites del campo de juego.