Si respondes “bien, ¿y tú?” cuando te saludan, ¿eres honesto con tus emociones?

Nov 7 / ComfamaPro

Es una de las respuestas más frecuentes que ofrecemos cuando alguien nos saluda. El “bien, ¿y tú?” nos surge casi de forma automática y por reflejo, pero te has preguntado ¿qué es estar bien?, o mejor aún, ¿has pensado si en realidad te sientes así o, al contrario, no pasas por un buen momento y no eres capaz de expresárselo al otro?

Aunque sea cierto que la mayoría de las veces te sientes bien y no dices mentiras cuando respondes al saludo de esa forma, Rubén Montoya, mentor del curso Conversar la emoción. Bienestar y salud mental, al cual puede acceder con tu suscripción a ComfamaPro, a veces te sientes regular y en otros días fatal, y así como varía tu estado de ánimo, también varía la forma en la que te relacionas con las demás personas, la manera en la que realizas tus actividades, las decisiones que tomas.

Entonces, ¿qué es estar bien, y por qué solemos responder que lo estamos si no es así? Para Rubén, se trata de sortear los retos y las situaciones que tenemos en el día a día con las habilidades que tenemos. También, dice, está ligado a la reconquista del bienestar que puedas haber perdido por algo que te haya ocurrido.

¿Cómo estás hoy?

El cuidado de la salud mental es clave para que podamos afrontar las diversas circunstancias que la vida nos pone por delante de forma permanente.
La mente es la encargada de dirigir la manera cómo reaccionamos ante estas.
Rubén la asemeja a la función que cumple un director técnico de un equipo de fútbol, de baloncesto o de cualquier otro deporte. Es quien orienta tus movimientos y te dice qué debes o no hacer ante cualquier situación que debas manejar en tu cotidianidad.

Hay muchas formas de saber cómo está hoy tu salud mental: en el curso que dirige, Ruben sugiere que tomes un lápiz y un papel, y escribas qué es lo que estás sintiendo y pensando en ese preciso momento. Es una especie de bitácora en la que plasmarás todo lo que te esté pasando por tu mente, lo bueno, lo regular y lo malo.

También puedes mencionar de qué forma estás afrontando las situaciones que te vienen ocurriendo, con quién cuentas, cómo te sientes ante cada una. Anota todo, no dejes nada por fuera.

¿Qué sensaciones estás experimentando?

Las emociones tienen señales que te pueden indicar cómo te sientes respecto a algún estímulo que recibes de las situaciones, las cosas o las personas con las cuales interactúas en tu vida.
Puede ser que sientas calor cuando algo te genera ira; que tiembles cuando sientes temor o que tu corazón palpite ante una persona que te gusta.
En algunas ocasiones estas sensaciones son fáciles de identificar y te inspiren, pero en otras se pueden prestar para confundirte y hacerte sentir perdido.   Cuando sientas algo similar, vuelve al lápiz y al papel y escribe cuáles son esas sensaciones que estás experimentando y qué las puede estar generando.

Dice Rubén que las emociones cambian el ritmo de tu corazón y este se acelera según el estímulo: puede ser cuando sientes miedo o, al contrario, cuando sientes amor, y en el mismo sentido se desacelera en el instante en que te embarga la tristeza.   Por eso es importante reconocer las emociones que te invaden para saber cómo les puedes dar manejo, ya que estas están ligadas a tus impulsos y tus reacciones: estas te hacen sonrojar, sentir vacío en el estómago, paralizarse, y todo esto define tus acciones.

Una recomendación que te deja Rubén en el curso es dibujar tu rostro de acuerdo a la emoción que estés sintiendo en determinado momento.
Cuando termines, revisa lo que hiciste y saca conclusiones de acuerdo a tu observación. ¿Qué te dice eso sobre tus emociones y tus sentimientos? ¿Cómo te sientes luego del ejercicio? Tal vez ponerles cara a tus sensaciones te aclare pensamientos y te ayude a conciliar con tu mente.

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