Para empezar, Karina hace énfasis en la importancia de valorar tus capacidades y virtudes, de reconocerlas y fortalecerlas, y de centrarte en ellas para opacar el ruido externo que te puede generar miedos e inseguridades, y que silencie ese poder interno único que llevas contigo y que debes dejar salir para impactar de forma positiva a quienes te rodean y a la sociedad.

“Sabes cómo hacer que las cosas pasen, aterrizar las ideas locas que parecen inviables y darles forma. Tienes la manera de enfocarlas si sabes para qué las estás activando”.

Para lograrlo, necesitas una ruta de enfoque, una fórmula eficaz que te ayude a combatir esos saboteadores que, en muchas ocasiones, vienen de tu mismo interior. La buena noticia es que tú tienes control sobre la mayoría de estos, por tanto, la solución está en tus manos, con confianza y convicción.

Una forma por la cual puedes labrar tu ruta de enfoque es haciendo un diagnóstico de tu situación actual, de las tareas y los objetivos que tienes por delante, y lo que necesitas para lograrlos.

Una de las claves que ofrece Karina es definir tus hábitos de vida de forma consciente y hacer elecciones. Estas pueden ser pequeñas metas que requieres alcanzar para avanzar hacia tu propósito, que por más insignificantes que parezcan al principio, si lo ves en perspectiva serán fundamentales para dar pasos más amplios en tu ruta.

Estas son pequeñas victorias que influyen en tu motivación y harás que tengas mejor enfoque en lo que quieres conseguir. Por ello es tan importante hacer elecciones, pues aunque desees hacer muchas cosas al tiempo, debes priorizar qué es lo que más te conviene para superar tus expectativas.

“La invitación es a que valores cada paso que das, cada logro. Todo suma, nunca vas a ser la misma persona que eres hoy, en comparación con la que eras una semana atrás. A veces le damos más importancia a lo que nos falta por lograr y no a lo que hemos conseguido”.

Debes, además, entender que a veces en la ruta se presentan situaciones inesperadas e inesperadas, y que en muchas ocasiones no tienes bajo control, pero que pueden ocurrir. La clave, en estos casos, es aprender a reaccionar y a adquirir la habilidad de afrontarlos, si mantienes el foco y confías en el proceso que estás construyendo.

Confiar, autoexigirte y empoderarte de tu propósito te dará la fortaleza necesaria para continuar por la senda que te propusiste al inicio, por más barreras que surjan. A veces, comenta Karina, hay que dar una “milla extra”, un esfuerzo adicional al que vienes realizando, pero que si eres consciente de lo que quieres y de lo que tienes, te dará la disciplina y la perseverancia necesarias para no desfallecer.