Poco más de treinta años demoró el sonido en
llegar al cine a partir de su creación. Desde 1895, cuando los hermanos Lumière
exhibieron en París La salida de los
obreros de la fábrica Lumière, que se considera como la primera proyección
cinematográfica en la historia, y hasta finales de la década de los años veinte
del siglo XX, las películas eran mudas, si bien en algunas salas las
presentaciones eran acompañadas por música, pero solo podía escucharse por
quienes estuvieran presentes en dicho espacio.
Hoy, más de un siglo después, es difícil
imaginarnos el cine sin este elemento que se ha convertido en parte fundamental
de la experiencia que disfrutamos al ingresar a un cinema, más con los más
recientes avances tecnológicos que nos permiten gozar de un ambiente envolvente
y atrapante, capaz de transmitirnos emociones y sensaciones únicas.
De acuerdo con la National Geographic, las
tecnologías que tenemos disponibles en la actualidad nos permiten escuchar
hasta 128 sonidos de manera simultánea cuando estamos frente a la pantalla.
¡Increíble, verdad!
Hoy, la producción cinematográfica cuenta con
diversos roles encargados de generar la mejor experiencia sonora. Hay
diseñadores, ingenieros, supervisores, editores, productores, responsables de
los efectos, músicos, entre otros, quienes velan por hacer de esta algo
memorable y que se compagine con las imágenes, logrando un mayor impacto en la
audiencia.

Un trabajo en equipo