Así favorece tu desarrollo personal la convivencia con personas que te potencien

Jul 28 / ComfamaPro

Dice Diego Flórez, mentor de la conversación Hackea tu entorno, disponible en ComfamaPro, que todo aquello que te rodea en tu cotidianidad influye en la forma cómo piensas y te comportas en cualquier ámbito de tu vida. En ese conjunto de externalidades están las personas con las que tienes contacto ocasional o permanente, pero en mayor medida aquellas con las que convives, tu círculo más cercano, tus familiares.

Y así como estas personas te pueden generar malestares, incomodidades o dolores de cabeza, incluso cuando no tengas control sobre sus acciones y emociones (pero sí puedas decidir cómo enfrentarlas), en el mismo sentido estas pueden ser partícipes de tu crecimiento personal (si así lo deseas, claro está).

Mantener una relación con tus familiares que te ayude en tu construcción personal es posible si mantenemos una comunicación asertiva y con empatía, expresa Diego Flórez. Ser asertivo te permite encontrar un equilibrio perfecto entre ser receptivo y “relativamente pasivo” ante ciertas situaciones que estos seres te propongan, de forma consciente o inconsciente, pero también ser fuerte en otro momento, dice.

“Cuando eres asertivo, haces valer tus derechos, pero también eres consciente de que la otra persona tiene los suyos”, afirma Diego, un punto clave para entender las reacciones del otro y de ti mismo cuando sientes rabia, estás enojado, te incomoda algo o, al contrario, irradias felicidad y alegría, y algo te satisface, porque todas las emociones influyen.

Ser asertivo, en otras palabras, te permitirá mantener una buena relación con el otro, pero también a tener paz y tranquilidad contigo mismo.   Por otro lado, cuando eres empático, se genera una frecuencia entre lo que tú sientes en una situación determinada y lo que siente el otro respecto a tus sentimientos (o viceversa). Bajo esas circunstancias, lo más posible es que afloren en ti la generosidad, la solidaridad y el interés porque te sientas bien (o a hacer que el otro se sienta de ese modo).

La lógica del pasajero y el conductor

De acuerdo con Diego Flórez, en las relaciones personales que sostienes con quienes te rodean, en especial con aquellos seres con los que convives la mayor parte del tiempo, puedes asumir dos posturas, y las plantea bajo la lógica del “pasajero y el conductor”.

En la primera opción, hay momentos en las que puedes ceder el control y dejarte llevar: eres un pasajero que permites que la otra persona te indique qué camino tomar y tú estás dispuesto a ir por esa ruta, adaptándote a esa situación de forma consciente y reconociendo no solo dónde estás, sino cómo te sientes.

En la otra orilla, asumes el liderazgo y eres el conductor que elige qué camino tomar. Lo más importante, sea cualquiera de las dos posturas que escojas asumir, es hacer transformaciones tanto de modo personal como grupal, y tener la disciplina de querer construir un camino que te potencie y te proyecte en lo que desees hacer.

“La disciplina es muy importante y necesaria para tu vida y para todo lo que haces, primero por responsabilidad propia para alcanzar tus metas y no quedarte estancado en algunos aspectos de tu vida, pero también para el relacionamiento con el otro, sobre todo si quieres hackear tu entorno del cual haces parte, e inspirar confianza”, cierra Diego Flórez.

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