Dice Diego Flórez, mentor de la conversación
Hackea tu entorno, disponible en ComfamaPro, que todo aquello que te rodea en
tu cotidianidad influye en la forma cómo piensas y te comportas en cualquier
ámbito de tu vida. En ese conjunto de externalidades están las personas con las
que tienes contacto ocasional o permanente, pero en mayor medida aquellas con
las que convives, tu círculo más cercano, tus familiares.
Y así como estas personas te pueden generar
malestares, incomodidades o dolores de cabeza, incluso cuando no tengas control
sobre sus acciones y emociones (pero sí puedas decidir cómo enfrentarlas), en
el mismo sentido estas pueden ser partícipes de tu crecimiento personal (si así
lo deseas, claro está).
Mantener una relación con tus familiares que
te ayude en tu construcción personal es posible si mantenemos una comunicación
asertiva y con empatía, expresa Diego Flórez. Ser asertivo te permite encontrar
un equilibrio perfecto entre ser receptivo y “relativamente pasivo” ante
ciertas situaciones que estos seres te propongan, de forma consciente o
inconsciente, pero también ser fuerte en otro momento, dice.
“Cuando eres asertivo, haces valer tus
derechos, pero también eres consciente de que la otra persona tiene los suyos”,
afirma Diego, un punto clave para entender las reacciones del otro y de ti
mismo cuando sientes rabia, estás enojado, te incomoda algo o, al contrario,
irradias felicidad y alegría, y algo te satisface, porque todas las emociones
influyen.
Ser asertivo, en otras palabras, te permitirá
mantener una buena relación con el otro, pero también a tener paz y tranquilidad
contigo mismo.
Por otro lado, cuando eres empático, se genera
una frecuencia entre lo que tú sientes en una situación determinada y lo que
siente el otro respecto a tus sentimientos (o viceversa). Bajo esas
circunstancias, lo más posible es que afloren en ti la generosidad, la
solidaridad y el interés porque te sientas bien (o a hacer que el otro se
sienta de ese modo).
La lógica del pasajero y el conductor