Sara Hoyos, ilustradora, muralista y
diseñadora gráfica, dice que su mejor recurso para inspirarse y crear es no
quedarse quieta. En sus palabras, ser dispersa. Salir, caminar, estar en
movimiento y oxigenar su mente le da mucha vitalidad y energía para luego
expresarse ante una hoja en blanco, un mural, un lienzo.
Desde que era pequeña fue dispersa cuenta Sara
en la conversación El proceso creativo en la ilustración, que
encuentras en ComfamaPro. Ella, más que preocuparse, lo vio siempre desde el
punto de vista positivo. La curiosidad la ha picado en todo momento y la ha
invitado a explorar diversas manifestaciones artísticas y corporales. Mirar las
nubes, detenerse a observar una hoja, a detallar las texturas de las cosas, son
acciones que le permiten ser creativa.
Poco le preocupaba además no ser la más
estructurada en su oficio, lo cual descubrió cuando comenzó sus estudios
universitarios. Tampoco ser tan cambiante en sus actitudes y comportamientos,
pues entendió que esa era su forma de ser y, sobre todo, su manera de asumir la
vida. Lo que hizo entonces fue encauzar ese estilo de vida para ponerlo a su
favor.
Así fue dándole forma a un proceso creativo en
el que le fascinaba perderse en el papel y hacer figuritas, sin estresarse por
si lo estaba haciendo bien o no. Por supuesto que tuvo que tener una
estructura, porque en medio había variables que no podía controlar, como el
tiempo y los clientes -en particular cuando se hizo grande y comenzó a trabajar
de su oficio-, pero Sara era flexible cuando tenía que modificarla.

El “chispazo divino”