1. La teoría económica o clásica, esta planteaba que la toma de decisiones era un proceso racional, es decir, lineales. Cuando tenemos una meta que queremos cumplir, simplemente llevamos a cabo la acción que necesitamos hacer para lograrla y esta tiene una consecuencia, sin que medie ninguna otra variable, y, por tanto, la toma de decisiones era algo práctico y sencillo.
2. La teoría de la perspectiva, a diferencia de la económica o clásica, propone que en las acciones y las consecuencias que se desarrollan durante el cumplimiento de esa meta intervienen muchos factores, como las motivaciones, el estado de ánimo, la incertidumbre, entre otros, por lo cual la toma de decisiones se convertía en un acto complejo y difícil de determinar.
   
   

“No somos tan racionales como pensamos y, más bien, empezar a abrazar esa racionalidad que nos hace ser realmente humanos”.

Alexandra Navarro, mentora del curso Atrae y conecta a tus usuarios usando las ciencias del comportamiento

La teoría de la perspectiva, que fue planteada por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky, es la que dio origen a las ciencias del comportamiento, que permiten explorar distintas alternativas para entender cómo es la toma de decisiones en las personas, a partir del entendimiento de esos factores que nos hacen ser realmente humanos.

Una de las principales propuestas de las ciencias del comportamiento es entender qué son y cómo actúan los sesgos cognitivos en ese proceso.

Dice Salomé Montoya, mentora junto a Alexandra del curso Atrae y conecta a tus usuarios usando las ciencias del comportamiento, que estos son atajos mentales que, en el desarrollo evolutivo del ser humano, nos sirvieron al comienzo para sobrevivir: huir de un animal, evitar el consumo de productos o sustancias que nos hagan daño, pero que con el tiempo se fueron convirtiendo en errores de la conducta y del comportamiento de nuestra especie que nos llevaron a tomar decisiones equivocadas.

Y uno de los que más influye en la elección de un producto, un servicio o un contenido por parte de las personas es el sesgo de presente, que está relacionado con el deseo de obtener gratificaciones inmediatas y postergar el futuro.

¿Te ha pasado que te propones un montón de metas al inicio de cada año? ¿Cuántas terminas cumpliendo? Este es un ejemplo cercano del sesgo de presente. Cuenta Salomé que los seres humanos solemos dar mucho valor al presente, pero somos muy malos al eludir las consecuencias futuras y previniendo aquello que nos pueda ocurrir.

“Para sacarle provecho a este sesgo, las ciencias del comportamiento te proponen amplificar los beneficios inmediatos, concretos y, en ocasiones sociales, que tu producto, servicio o contenido ofrezca”.

Alexandra Navarro, mentora del curso Atrae y conecta a tus usuarios usando las ciencias del comportamiento

En el curso, Alexandra y Salomé explican una de las herramientas que te ayudarán a atraer y conectar a tus usuarios, usando las ciencias del comportamiento. Se trata de un mapa de recompensas para crear mejores beneficios, una metodología adoptada por Irrational Labs para cumplir con las expectativas de quienes van a consumir tus productos, servicios o contenidos, haciendo énfasis en la inmediatez.

Si bien estos tres caminos permiten que los usuarios reciban recompensas inmediatas por su decisión, es importante tener en cuenta el contexto y el objetivo de tu producto, tu servicio o tu contenido, señala Alexandra. Existe la posibilidad de tomar incluso dos de esas opciones, en realidad no existe una única fórmula que debas seleccionar.

Si deseas profundizar en estos y otros conceptos asociados a las ciencias del comportamiento, te invitamos a inscribirte en el curso y llevar tu negocio o proyecto a otro nivel.