Hablemos de culturas regenerativas y de una nueva conciencia para ser parte de la solución

May 17

Reciclar no es la única, pero sí una de las acciones más importantes que tenemos a la mano los seres humanos para reducir la presión que ejercemos sobre los recursos naturales. Al extraerlos, estos nos permiten suplir gran parte de nuestras necesidades en aspectos básicos como la alimentación, el vestuario y la vivienda, y otros no esenciales, pero que de igual forma hemos incorporado a nuestros estilos de vida, como el transporte, el ocio o el entretenimiento.

De acuerdo con Naciones Unidas, la extracción y el posterior procesamiento de estos recursos se ha triplicado en las últimas cinco décadas, lo cual ha provocado la pérdida de hasta el 90 % de la biodiversidad del planeta. Cada año, dice el organismo, los seres humanos utilizamos recursos que equivalen a 1,7 planetas como la Tierra para mantener nuestro modo actual de vida. Un ritmo “insoportable e insostenible”, en concepto de esta entidad.

Para agravar el panorama, las tasas de reciclaje hoy no crecen al ritmo que el planeta necesita para darle un respiro.
Cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indican que menos del 10 % de los desechos plásticos que se generan cada año en el mundo se reciclan; un dato insignificante si tenemos en cuenta que, según National Geographic, en ese mismo periodo más de 8.000 millones de bolsas plásticas llegan a un medio natural, sean los océanos, los bosques u otros ecosistemas.

Las culturas regenerativas: ¿Cómo podemos ser parte de la solución?

Juliana Gutiérrez, mentora de la masterclass Culturas regenerativas, afirma que en los distintos sistemas humanos se ha desarrollado una narrativa en la que se ha instaurado el concepto de que la naturaleza y las personas estamos en orillas distintas, cuando en realidad somos parte de lo mismo.

“Estamos conectados y dependemos el uno del otro. Hay que cerrar la brecha en la que hemos estado inmersos para entendernos como parte de un todo. Por eso existen conceptos como la regeneración, las culturas regenerativas, la biomímesis, la visión ecosistémica, que ayudan a crear una nueva conciencia para que todos seamos parte de la solución y volver a conectar esa narrativa de separación”, plantea Juliana en la introducción de la masterclass.

Las culturas regenerativas, explica, nos invitan a poner la vida en el centro de todas las decisiones y a transitar hacia un paradigma en el que podamos diseñar los distintos sistemas sociales en los cuales cada uno está inmerso, para promover relaciones sanadoras con nosotros mismos, con las comunidades a las cuales pertenecemos y, por supuesto, con el planeta.

Esto implica muchos cambios de hábitos, de comportamientos, de ideas y pensamientos, y de igual forma permite dar vida a nuevos proyectos e iniciativas, todas con un mismo objetivo: ser parte de la solución y mejorar la relación con el entorno y con quienes nos rodean.

Se habla de culturas regenerativas en plural, explica Juliana, porque en ellas se tienen en cuenta todos los contextos y la particularidades tanto de los territorios como de las comunidades, y no se puede entender como una sola visión.

Así, este concepto se refiere a “la forma cómo nosotros, desde ese entendimiento, nos damos cuenta de cuál es la unicidad o las características de cada territorio, y desde esa unicidad se genera más vida y diversidad, y cómo se promueven esas relaciones sanadoras para dejar esos lugares mejor de lo que los encontramos en términos de infraestructura, de comunidad y de biodiversidad”, afirma la mentora.

Si deseas profundizar sobre las culturas regenerativas y otros conceptos como la visión ecosistémica, la sanación de la naturaleza, la regeneración en la práctica, te invitamos a acceder a la masterclass con Juliana Gutiérrez.